domingo

Un candombe en la cabeza.

En el foro además de conocerlo a N y a otras tantas personas mas, lo conocí a MN, seguro lo agregue yo y comenzamos hablar, no me parecía lindo y era un nene de 15 años (como si yo fuera tan grande, pero a comparación de el, si me siento grande), habremos hablado ese primer día y al otro era un contacto mas sin importancia, nose como ni cuando empecé a tener mas charla con el, nos reíamos juntos de las cosas que nos pasaban en el colegio y en la vida, a el le contaba como iba todo con N y el me contaba sobre la chica con la que andaba. Con los días empezó el juego del histériqueo y aunque me mostraba tan “segura” de N, se notaba un cierto interes por el.

C: “yo lo dejo a N y vos dejas a tu chica”
MN: “bueno dale y nos vamos juntos”

Estaba el histeriqueo, porque sabia que jamás podría pasar algo con MN, el es un nene, aunque me llamaba la atención y mucho, sabia que no era posible, con los días mi entusiasmo por N ya casi ni existía y las conversaciones con MN eran mas frecuentes y mas extensas. En Bariloche no faltaron sus mensajes ni sus llamadas. Al volver a Buenos Aires mi interés por N desapareció por completo como conté acá y su historia con esa chica que andaba, también había desaparecido, nos paso exactamente lo mismo a los dos. Si de algo estaba segura era que con MN nunca iba a pasar nada.

Hace dos semanas conocí a S, también del foro, nos hablábamos todos los días, había muy buena onda entre nosotros, al llegar a la semana nos dimos cuenta que nos hablamos siempre y constantemente había algo nuevo de que hablar y de que reírnos, el domingo pasado hubo un junte, siempre hay juntes pero yo soy tan colgada que fui uno a principio de año y no volví a ir a ninguno mas, y aproveche este como excusa para conocer algunas personas entre ellos, estaban MN y S.

S es un chico de 21 años, tímido, rubio y con sus ojos verdes me deslumbro. MN un nene de 15 años, carismático y con hormigas en el culo.

Aunque una chica me haya dicho que no tenia que pasar nada con S, no le di importancia (y no es falta de códigos, sino porque me voy a negar de hacer algo si los dos queremos). S me acompaño a la parada y entre diálogos me dio un beso que no me gusto.

Desde que nos dimos un beso, no deje de pensar en MN, en lo que el pensaría, en todo. Al llegar a la noche en mi cabeza solo había un nombre MN, no podía parar de pensar en otra cosa. Había hecho lo que quería pero al hacer eso, me di cuenta que S no era lo que yo quería realmente.